“… la reificación es la aprehensión de los productos de la actividad humana como si fueran algo distinto de los productos humanos, como hechos de la naturaleza, como resultados de leyes cósmicas, o manifestaciones de la voluntad divina. La reificación implica que el hombre es capaz de olvidar que él mismo ha creado el mundo humano (...) y que , por consiguiente, puede rehacerlo.(...) El mundo reificado es, por definición, un mundo deshumanizado, que el hombre experimenta como facticidad extraña...” Peter Berger y Thomas Luckmann. La construcción social de la realidad. Amorrortu Editores. Bs. As. 1984. Pp. 116-117
No hay comentarios:
Publicar un comentario