sábado, 25 de octubre de 2008

Emilianos



En Buenos Aires (nos escribe Alejo García)
Desde este espacio queremos recordar a Emiliano, quien el pasado miércoles 8 de Octubre falleció víctima de un enfrentamiento en el Barrio del Bajo Flores, en la ciudad de Buenos Aires, con sólo 19 años. Emi fue Co-realizador del documental 'Los Nadies' y del corto 'Los de andar con pies descalzos'.

No queremos que su muerte quede en el olvido ni que se sume como un número más en la estadística de los chicos y chicas que mueren todos los días por causas evitables en nuestro querido país.

Lo vamos a extrañar muchisimo.

"Brotará de la sangre ternura;
inocencia y espejos
donde irán a correr travesuras
nuevos niños y viejos.

Servirá de señal cada huella
de las horas felices.
Se sabrá tanto de las estrellas
como de cicatrices"

(Silvio Rodriguez)



EMILIANO GONZALES
CINE EN MOVIMIENTO




En Colombia (nos escribe Luis Felipe Ulloa)
No hace dos días que la directora del cuerpo de seguridad DAS tuvo que renunciar por seguimiento ilegal desde esa institución a un senador de oposición que ha sido un impulsor de la investigación por la parapolítica. No olvidemos que quien era antes director esta siendo investigado por su relación con la parapolítica (políticos ligados al apramilitarismo). Ahora tenemos más. No hay que perder la memoria.

¿Recuerdan los jóvenes desaparecidos? No... no los de Engativa... Me refiero a los once de Soacha. Que también aparecieron muertos supuestamente en combate.
¿Recuerdan las negativas? ¿Los "nosotros no fuimos"? Bueno... es decir malo... muy MALO. Hoy tenemos otra noticia corta y directa... Implicados dos coroneles y un teniente coronel... ¿Otro hecho aislado? ¿Se comen el cuento? Aqui va (copiado literalmente):

Relevan de su cargo a 3 militares por la desaparición de 11 jóvenes en Bogotá

El comandante general de ejército Mario Montoya aseguró que los tres miembros del ejército pertenecen a la Brigada Móvil 15 y a la V División
Los sindicados son: el coronel Santiago Herrera, jefe de la Brigada Móvil, el coronel Rubén Castro, jefe de estado mayor y el teniente coronel Gabriel Ruiz, jefe de operaciones, todos vinculados con las desapariciones de Soacha.
Según el general Mario Montoya comandante del ejército, el relevo de sus cargos de los altos oficiales obedece a los serios indicios que los comprometen en la actual investigación.
Fuente:
Noticias Uno. Colombia.- http://www.noticiasuno.com/noticias/relevan-de-su-cargo-a-3-militares-por-la-desaparicin-de-11-jvenes-en-bogot.html Acceso en—Octubre 25 de 2008.--




En el fin del mundo


Esta semana tuve el privilegio de trabajar con adolescentes de Ushuaia, Río Grande, Tolhuin y Buenos Aires y con sus docentes en el encuentro nacional "Escuela y multimedios" que organizó la escuela Sábato de Ushuaia.
Chicos y chicas que en sus escuelas hacen producción de medios. Se expresan: hablan del dolor, del amor, del mundo, hablan de la historia, de la escuela, de la imaginación, de la esperanza.
Les llevé videos hechos por chicos de Salta, Tucumán y Jujuy. Se conmovieron al notar cuántas cosas tenían en común, qué parecidas las debilidades, las fortalezas, la pasión, las búsquedas.
Los chicos también hablan de las muertes a manos de las fuerzas "de seguridad", las muertes que se cobran las drogas, las de la pérdida del deseo de estar vivos... y lo hacen juntos, en la escuela, en la biblioteca, en la radio, en las organizaciones de la comunidad.
Nos va la vida, entiendo, en seguir construyendo espacios donde no les hablemos A los chicos, sino que hablemos CON ellos. Diálogo. Comunicación. Proyectos. Para pelearle a la muerte, a la de ellos, a la nuestra, a las muertes que cargamos en el alma. No se si el abrazarnos podrá detener a la máquina de muerte en la que se ha convertido este planeta, pero no se hacer otra cosa...


Por eso, querido Alejo, a vos y a toda la gente de Cine en Movimiento va un abrazo enorme, lleno de lágrimas, por cada Emiliano que nos matan, más vivos tendremos que estar. Los queremos mucho.
María Fernanda

sábado, 18 de octubre de 2008

Amores


Declaraciones de principios...

viernes, 17 de octubre de 2008

Futuros

Micros Derechos del Niño, la Niña y Adolescentes - Canal Encuentro

domingo, 12 de octubre de 2008

Al maestro Bayer



Osvaldo Bayer: ¡Cuántas cosas que se saben por VOS!
por Arbolito

EL CULTO POR LOS ASESINOS
(Por Osvaldo Bayer)
El culto de la Argentina oficial por los asesinos de rango es una constante. Al general Lavalle asesino de Dorrego -un mártir de la incipiente democracia- se lo premió dándole su nombre a una de las principales calles céntricas y un monumento justo frente al Palacio de la Justicia (un símbolo de esta Argentina mágico-realista) mientras que a la víctima se la mandó a los extramuros de Palermo de aquellos tiempos dándole su nombre a un callejón de tierra. El general fusilador pasó a ser un personaje romántico para la literatura, hablándose de su tristeza y la mala suerte de su destino. Sospechosamente muy poco tiempo después de los fusilamientos de junio de 1956 bajo Aramburu recomenzó el culto por el fusilador de Dorrego. Hasta se hizo una balada con acompañamiento de guitarra que cantaba al "romántico" y triste fusilador.

Al general Aramburu, por ejemplo, se le ha erigido un monumento y todos los aniversarios de su asesinato concurren representantes oficiales del gobierno de turno a hacer el consabido minuto de silencio (en vez de gritar la verdad de los asesinos de junio) y calles importantes llevan su nombre en varias ciudades. En vez del nombre de las víctimas, para que nos sirva de advertencia en el futuro, premiamos a los victimarios.

Pero, tal vez, la actitud más perversa de ponerse de rodillas ante los tiranos fue la decisión de bautizar con el nombre del militar José Félix Uriburu al puente que cruza el Riachuelo. El fascista uniformado que aprovechó las armas para derrocar al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, quebrando así el orden constitucional nacido en 1916 tiene ahí su monumento. El déspota barato y brutal ordenó fusilamientos, cárcel y fue el que oficializó la tortura con la picana eléctrica de Lugones hijo, padre legítimo de los Patti y Bussi actuales.

Para vergüenza de todos nosotros, los miles que atraviesan día tras día el Riachuelo tienen que sufrir la ignominia de leer el nombre de quien ejerció la fuerza bruta contra la dignidad y la libertad. En mis manos tengo un folleto, amarillento ya, desde cuya tapa me mira un muchacho sonriente, con cara de campesino español, Joaquín Penina, el primer fusilado "por la barbarie uriburista", como está en la tapa de este cuadernillo editado por el Comité Pro Presos y Deportados de Rosario, en julio de 1932.

¿Quién era Joaquín Penina? Un albañil de 26 años, que vendía libros después del trabajo. Libros libertarios. Pero dejemos hablar al folleto: "Penina tenía alma de apóstol. Fue un profundo rebelde. Vivió de cerca la injusticia social, amó el alma proletaria más que la suya propia. Como quien se libra de un pesado lastre, desposeyó su espíritu de todo egoísmo. La solidaridad fue en él un hecho profundo y vivido. En cada violencia ajena templaba su carácter. Así se hizo rebelde. Su rebeldía sin ruidos, sin gestos vacíos, pero de gran firmeza, se asentó en el dolor de muchos años tristes y dentro de su cerebro inquieto sólo vivió un deseo continuo: sembrar ideas. La dictadura lo sorprendió sembrando, para abrirle surcos de fuego en su carne y en su alma. Frente a la boca de sus pistolas, su rostro, sonriente siempre, enamorado de la vida a pesar de todas las injusticias, no pudo traducir rencor sino lástima hacia los criminales de la patria".

Joaquín Penina fue acusado de imprimir volantes contra Uriburu y de repartirlo. Lo que no hicieron los radicales que dejaron caer su gobierno ante un general que llegó a la Rosada con una decena de cadetes militares, lo hizo un obrero libertario. Militares y policías asaltaron la humilde habitación del albañil, lo arrastraron a la comisaría y a la noche lo fusilaron. Los autores del crimen tan vil fueron el teniente coronel Rodolfo Lebrero, el mayor Carlos Ricchieri (otro militar del mismo apellido, el general Ovidio Ricchieri sería uno de los más feroces representantes del sistema de desaparición de personas a partir de 1976); el capitán Luis Sarmiento y los policías Félix de la Fuente, Marcelino Calambé y Angel Benavídez. Los militares y policías que allanaron la pieza del obrero Penina se llevaron como botín 600 pesos, que éste había ahorrado para pagar el pasaje de sus padres desde España. La misma práctica aberrante de los "muchachos" de Videla y Massera.

El jefe del pelotón de fusilamientos fue el subteniente Jorge Rodríguez, quien dos años después del crimen denunciará -como Scilingo sesenta años más tarde- los detalles del crimen y mostrará su arrepentimiento público haciendo la denuncia que recogieron los diarios. Señaló el subteniente que a él le tocó el fusilamiento por estar de oficial de guardia en la noche del 10 de setiembre de 1930. Se le aproximó el capitán Sarmiento para decirle que debía ejecutar "a un individuo". Al pedirle aclaración de quién se trataba respondió "es un anarquista que fue sorprendido mientras imprimía panfletos incitando al pueblo y a la tropa contra las autoridades que rigen el país".

El detenido fue llevado en un camión celular hasta las barrancas del Saladillo. El pelotón estaba integrado por el subteniente Rodríguez y tres soldados, no con armas reglamentarias, sino con pistolas Colt. El subteniente Rodríguez describió así los últimos momento de Penina: "Fue bajado del camión y sintió el ruido de las cargas de las pistolas. Entonces yo, que lo tenía a un paso, lo vi abrir los ojos en mirada de asombro y rápidamente comprender. Dio un medio paso atrás y le vi morderse el labio inferior como si prefiriera sentir el dolor de su carne más no el temor. Yo iba detrás. Desde que lo había visto bajar, en mi frente y en mis ojos sentía que se había posado un velo de extrañeza y de irrealidad. No quise prolongar la valiente agonía de ese hombre. Ordené: ¡Apunten! Entonces el reo giró la cabeza hacia la izquierda y mirando con odio al grupo que presenciaba, gritó: "-¡Viva la anarquía! -su voz era templada, yo no ví temor.

"¡Fuego! -ordené, sin ver ya nada. Tres tiros".

Después de describir cómo le dio en la cabeza él mismo con el tiro de gracia, agregó el subteniente: "Todos nos acercamos hasta donde estaba el cadáver y alguien dijo: 'Fue un valiente hasta el último momento'. Vestía pobremente: zapatos de caña; pantalón, no sé si de fantasía o marrón oscuro. Un saco también oscuro. Era rubio y de pequeña estatura. Representaba unos 25 o 26 años. De sus bolsillos se sacaron dos o tres galletas marineras muy duras y en parte comidas, y un giro de cinco pesetas para un hermano de Barcelona. El giro no llegó a mis manos ni sé tampoco quién se lo llevó".

Zaherido, humillado, robado, fusilado. Somos todos asesinos. Los argentinos somos derechos y humanos. Votamos en forma directa y secreta por Bussi y Patti. Después nos indignamos contra el estudiante Ahumada que pateó a su profesora. Cuando no es más que un aprendiz de Patti y Bussi y la sociedad que le damos nosotros.

Un grupo de amigos pedirá al Concejo Deliberante que cambie el nombre del tirano asesino por el de su primera víctima: el obrero Joaquín Penina en el puente que une la capital con Valentín Alsina. Sería un principio para poder mirarnos en el espejo.

sábado, 11 de octubre de 2008

¿Qué hacemos con la risa?


Por Adrián Viale para Página 12

Volvió Capusotto. Y con él, el que probablemente sea su personaje más entrañable: Bombita Rodríguez. Bombita Rodríguez, el Palito Ortega montonero, hace reír, y mucho, en cada una de sus presentaciones.
¿Por qué nos hace reír Bombita? Es una pregunta que comencé a hacerme desde que lo vi por primera vez, cantando “Burgueses: atrás, atrás” y “Armas para el pueblo, armas para el pueblo ya”. ¿Por qué Bombita hace reír? Bombita habla de la clase obrera, habla de la liberación nacional, habla de los explotadores y los explotados, habla de los burgueses y los proletarios, habla de la cultura popular, de la educación de las masas, del socialismo. Evidentemente esto nos hace reír. ¿Por qué? ¿Por qué en la década del ’70 estas cosas no hacían reír? No sólo no hacían reír. Hubo gente que tomó tan en serio todo esto, que llegó a vivir sólo para estas ideas, llegó a soportar torturas, llegó hasta a dar la vida (su propia vida... la única que tenían) ¿Cómo pasó? ¿Por qué en la década del ’70 se decía clase obrera, proletarios y burgueses, explotadores y explotados, liberación nacional, socialismo, y nadie se reía? ¿Puede ser que la respuesta esté en los significados? ¿Qué significa hoy para nosotros la clase obrera, el socialismo, los explotadores? Para ellos significaba algo manifiesto: era época de certezas, de buenos y malos, de relaciones sociales evidentes y cristalinas. De un lado de la sociedad, los explotadores; del otro, los explotados. De un lado de la sociedad el mal burgués; del otro, el pobre proletario. De un lado del mundo el imperio; del otro, el país subordinado. La verdad se imponía.
Eran los tiempos de la explotación del hombre por el hombre. Eran los tiempos en que la posibilidad de transformar la sociedad estaba al alcance de la mano. Sólo había que reunirse y hacerlo ¿Cuándo se perdió la certeza? ¿Quién terminó con las certidumbres? Contestar “el posmodernismo” es patear la pelota afuera. El posmodernismo no es un hecho social que se impone. El posmodernismo somos nosotros mismos cuando pensamos que las certidumbres han sido socavadas, cuando creemos que las relaciones sociales se han vuelto opacas, cuando consideramos que la sociedad es incomprensible (e intransformable). El posmodernismo es un espíritu de época, una aciaga derrota, una resignación cobarde. No una verdad que se impone. La verdad está ahí afuera. Y sigue siendo evidente. Explotadores y explotados, proletarios, imperio, educación, socialismo. ¿Meras fórmulas vacías? Transformación de la sociedad. ¿Ridiculez anacrónica? La diferencia entre los ’70 y el presente no está en lo que las palabras significan. La diferencia está en nuestra relación con los significados. Las palabras ya no denotan, para nosotros, una verdad objetiva. ¿Es mala la duda? Por supuesto que no. Lo malo es dudar de todo. Esta es una época en que nadie puede tener verdades. Ni siquiera las obvias. Nuestra época fomenta la ambigüedad, el equívoco, las complejidades y matices. La verdad no se dice. Esto puede verse en los medios. Hoy, la única manera de transmitir ideología (o mejor diría, ideales) es ocultándola. Cualquiera que grite a los cuatro vientos lo que piensa sólo provocará sonrisas.
CNN o Canal 11 son buenos, serios, mesurados: su ideología está oculta. La radio de las Madres de Plaza de Mayo o Telesur son malos, ridículos, exagerados: su ideología se grita. Estos últimos no saben que las verdades ahora son muchas, y cada cual elige la que quiere. No saben que hoy cualquier verdad es buena. ¿Pero por qué Bombita hace reír?
Una vez dijo Alejandro Dolina que el humor era poner una cosa en un lugar que no le corresponde. Esta definición hace que todo anacronismo sea potencialmente gracioso. Bombita es certero: sabe que hay explotadores y explotados, sabe que si se quiere luchar por el socialismo hay que decirlo, sabe que para transformar una sociedad es necesaria la educación popular, sabe que existe una lucha por la liberación de los oprimidos. Bombita lo dice, sin medias tintas, como quien dice una verdad evidente. Como quien dice “salió el sol”, Bombita dice “la clase obrera tiene que luchar por el socialismo”. En su contexto, los ’70, Bombita se convierte en un personaje famoso, querido, estimado. En nuestra época, plagada de cinismo e hipocresía, en nuestra época de verdades a medias, de ambigüedades, de dudas, la verborragia certera y contundente de Bombita mueve a risa. Es anacrónica. Fuera de época. Para Bombita las relaciones sociales son evidentes. Nosotros preferimos ignorarlas. Canciones con ideología, verdades irrefutables... Esperanza. Bombita nos hace reír. Y mucho. Lamentablemente. http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-112943-2008-10-08.html


Con admiración, valoración, respeto y amor a Bombita, a Capusotto y a Adrián Viale me permito agregar unas preguntas a este interesantísimo artículo: ¿Y si empezar a reírnos deja de significar solamente no poder hacer otra cosa con esta historia y este presente? ¿Si deja de ser solamente la opción de mutar la impotencia en carcajada para ocultar llantos acumulados, dolores tan profuntos, ausencias tan tremendas? ¿Y si empezar a reírnos es una forma de empezar de nuevo?
Alejandro Davio, en la canción que hizo con León dice "que aún estamos vivos y vamos por más" Si lo dice él que tiene es su haber 17 operaciones en el Garraham y ahora está de gira por todo el país haciendo su música...
Si lo dicen las Madres, las Abuelas, los HIJOS...
En el centro de alfabetización en Ciudad Oculta, un día María me explicó: poder leer los libros y el diario es muy importante para entender, pero nosotros más lo que aprendimos es lo que ustedes nos enseñaron de que nosotros ya sabíamos.
Me parece que el asunto está en qué hacemos con esta risa, si la podemos defender como ALEGRÍA, propone Mario Benedetti desde hace más de veinte años.
Por ahí para mí resulta más facil porque tengo una hija de 16 que se llama Ayelen, que significa ALEGRÍA en lengua MAPUCHE, y ella la "significa" todos los días. Se ríe mucho con Bombita, y pinta banderas con la cara del Che. Creo que los chicos a veces saben más que nosotros de qué se ríen.

María Fernanda




viernes, 10 de octubre de 2008

"Cuando estoy desorientado con algo me fijo qué dice Casullo del asunto"

Esta frase me la dijo un amigo hace poco. Los dos tuvimos la suerte inmensa de ser estudiantes de Nicolás Casullo que ayer cometió la salvajada de morirse. Sentimos la injusticia que siempre nos hace la muerte de gente tan inmensamente querida, gente tan necesaria.


No nos alcanza pensar que va a estar siempre EN cada uno de nosotros, hoy seguimos queriéndolo también CON nosotros. Veremos si hemos aprendido sus lecciones, y si cuando andamos desorientados a partir de ahora podemos mirarnos, escucharnos y reconocernos.
Despedimos con amor a un maestro de la filosofía y de la pasión de estar vivos. Gracias Nicolás, el valor de lo compartido es inconmensurable.

“Mayo del ´68 reencontraba a lo largo de los 80 algunos de esos otros lenguajes que intuía Barthes, pero no ya como explosión literaria del texto del mundo, sino para reacomodarlos a los múltiples avatares de los nuevos temas, espacios y protagonistas sociales de un tiempo “cultural” inédito. Por la abolición de la pena capital, por las condiciones de los recluidos en las cárceles, por el tratamiento de los pacientes en los manicomios, por los nuevos derechos de la mujer, por la reforma de la Ley de Divorcio, por la despenalización del aborto, por los derechos de las minorías africanas en Europa, por las libertades censuradas a la homosexualidad, por la supresión de la segregación racial, contra las guerras de exterminio en el Tercer Mundo, por los derechos civiles, por políticas antinucleares, por el resguardo de los bosques y las faunas, por la posibilidad de radios y circuitos de televisión alternativos, por el tratamiento obligatorio y humano de los drogadictos, por la democratización de las universidades y la crítica a sus planes de estudios, por la no segregación sexual, por el antimilitarismo, contra el neonazismo, por las problemáticas ecológicas, por la crítica a las instituciones, en defensa de las contraculturas rockeras, por la crítica de la vida urbana, por la recuperación de los viejos cascos históricos metropolitanos, en apoyo a las identidades nacionales en lucha, por un nuevo status laboral para las prostitutas y travestis, por la liberación de conductas y morales sexuales, por la legalización de la pornografía. Una inmensa sinfonía de sones desacoplados que no podían desconocer que aquel Mayo del ´68 “fracasado”, con sus pintadas, letras en los muros, volantas y gritos destemplados, había contribuido a hacer consciente. A poner en el tablero de las nuevas necesidades del sujeto social masificado, luchando desesperadamente por su individualidad.”
Nicolás Casullo, Paris 68. Las escrituras, el recuerdo y el olvido. Cuadernos Argentinos Manantial, Buenos Aires, 1998.

Nicolás Casullo es escritor, ensayista, novelista, docente de la carrera de Comunicación Social en la Universidad Nacional de Buenos Aires, y director de la revista "Pensamiento de los Confines". Cuando se produjo el Mayo Francés, se encontraba en París. Producto de esa vivencia es el libro "París 68. Las escrituras, el recuerdo y el olvido". Como otros tantos intelectuales del país, Casullo debió exiliarse en noviembre de 1974. Su primer destino fue Cuba, por cuatro meses. Caracas, Venezuela, fue su segundo destino en 1975. En 1976 viajó a México, donde vivió hasta el año 1983. En ese año regresó al país.Entre sus novelas se cuentan: "Para hacer el amor en los parques" (1970), "El frutero de los ojos radiantes" (1984) y "La cátedra" (2000).Entre sus ensayos: "La comunicación, una democracia difícil"(1986), "El debate modernidad-posmodernidad" (1988), "Viena del 900: la remoción de lo moderno" (1992), "Itinerarios de la modernidad" (1996), "Modernidad y cultura crítica" (1998), y "Palabras a destiempo" (1999)).




miércoles, 8 de octubre de 2008

La espera


Escuelas argentinas - CANAL ENCUENTRO

lunes, 6 de octubre de 2008

Sobre la desesperación, la vida y nuestro nombre divino

"La desesperación es la desesperanza de no poder incluso morir."

"Pero junto a la desesperación que se sumerge a ciegas en el infinito hasta la pérdida del yo, existe otra de una especie diferente, que se deja como frustrar de ser yo por "otro". Viendo tantas gentes a su alrededor, cargándose de tantos asuntos humanos, tratando de captar cómo anda el tren del mundo, ese desesperado se olvida de sí mismo, olvida su nombre divino, no se atreve a creer en sí mismo y halla demasiado atrevido el serlo y más simple y seguro asemejarse a los demás, ser una caricatura, un número, confundido en el ganado.
Esta forma de desesperación escapa, en resumidas cuentas, perfectamente a las gentes. Perdiendo de ese modo su yo, un desesperado de esta especie adquiere de súbito una indefinida aptitud para hacerse recibir bien en todas partes, para triunfar en el mundo. Aquí no se da ningún desgarrón, aquí el yo y su infinitación han dejado de ser una molestia; pulido como un guijarro nuestro hombre rueda por todas partes como una moneda en circulación. Lejos de que se lo tome por un desesperado, es precisamente un hombre como desean las gentes. En general, el mundo no sabe, y con razón, donde hay algo de que temblar."



"Para vivir la vida tenemos que mirar siempre para adelante, pero para comprender la vida hay que mirar hacia atrás"


KIERGAARD, SOEREN (1941) Tratado de la desesperación. Editorial Rueda. Buenos Aires.


Con estos pensamientos de este filósofo danés del Siglo XIX volvemos a agradecer a todos los que día a día nos ayudan a interpretar nuestro "nombre divino", a creer en nosotros y a tener tan presentes los sentidos de estar vivos.

sábado, 4 de octubre de 2008

El aborto según George Carlín


“… la reificación es la aprehensión de los productos de la actividad humana como si fueran algo distinto de los productos humanos, como hechos de la naturaleza, como resultados de leyes cósmicas, o manifestaciones de la voluntad divina. La reificación implica que el hombre es capaz de olvidar que él mismo ha creado el mundo humano (...) y que , por consiguiente, puede rehacerlo.(...) El mundo reificado es, por definición, un mundo deshumanizado, que el hombre experimenta como facticidad extraña...” Peter Berger y Thomas Luckmann. La construcción social de la realidad. Amorrortu Editores. Bs. As. 1984. Pp. 116-117